La relación de la sociedad con la naturaleza.

Los elementos naturales y sociales siempre ocupan un determinado lugar en el espacio territorial; y cuando se relacionan, dan como resultado que cada lugar sea un espacio geográfico, por eso en la construcción de un espacio geográfico siempre están presentes dos dimensiones: espacio y tiempo o condiciones históricas. Un pueblo localizado en una montaña o una ciudad situada en una llanura, constituyen un espacio geográfico. Por esta razón en la superficie terrestre se localiza gran diversidad de espacios geográficos; cada uno de ellos es único porque es la suma de los rasgos particulares del medio natural y las ideas y costumbres del grupo social que lo ocupa. Siempre hay dos dimensiones: tiempo o condiciones históricas y territorio.

A pesar de que los espacios naturales o paisajes naturales están en proceso de desaparición, todavía conseguimos en la “epidermis de la Tierra”, espacios totalmente naturales, porque aunque hayan sido recorridos por el hombre o existan aislados enclaves humanos sin constituir redes de organización social, política o económica, no se pueden considera como espacios modificados u ordenados. De acuerdo con este criterio podemos afirmar que aún existen paisajes naturales. Así que, llamaremos paisaje natural aquel espacio que no está modificado por la sociedad, a pesar de algunos pequeños enclaves sociales y paisaje cultural o modificado y ordenado al espacio rural o urbano que ha sido afectado por los enclaves poblacionales o las prácticas agrícolas e industriales.

Al utilizar los elementos naturales, la sociedad transforma y modifica las condiciones naturales para satisfacer algunas de sus necesidades. Por ejemplo, en algunos lugares los bosques son reemplazados por campos de cultivo o por la construcción de embalses de agua, carreteras, puentes,…y en otros, algunas especies de animales desaparecen porque se crían nuevas tipos.

Este proceso de transformación puede verse como un proceso de organización del espacio, resultado del conjunto de acciones que la sociedad realiza a lo largo del tiempo y en permanente interacción con los elementos naturales presentes en la superficie terrestre, con el objetivo de satisfacer mejor las necesidades.

Este proceso varía según las necesidades, los conocimientos y la capacidad tecnológica que tenga cada sociedad, y por las posibilidades económicas de cada momento histórico. Por ejemplo, mientras en algunos lugares se cultiva la tierra en forma rudimentaria, con arados primitivos y fuerza humana, en otros, el laboreo es mecanizado, rápido y sumamente eficiente. Por lo tanto, cada espacio es el resultado de la acción sucesiva de generaciones de pueblos.

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